A Lina no le agradan los términos académicos, prefiere los discursos de la gente. Ella considera que las identidades de género no binarias siempre han existido. Las mujeres machorras y los hombres afeminados siempre han estado ahí, lo que pasa es que ahora tienen una forma de nombrarse y por eso la gente cree que apenas ahora existen.
Le encanta leer y estudiar sobre estos temas, pero no le gusta que la academia le ponga un nombre, cuando la misma academia jamás le ha dado las posibilidades de estudiar y crecer a las personas Queer.
"Las maricas de la calle, aguantan hambre, putean desde muy pequeñas y a la academia nunca le ha interesado. Ellas no se nombran como Queer, sino como Trans, Pirobas, Putas y otro tipo de formas que la academia desconoce".
Lo que le molesta a Lila de la academia es que se apropia del discurso de las personas, para entenderlas, pero en ese proceso callan las voces de la comunidad. Para Fucsia las personas Queer han existido y existirán con o sin la academia. No importa como les nombren o como les entiendan, simplemente existen.
Una de las cosas más ofensivas para ella, es que alguien de afuera, de la academia, pueda decirle a alguien que está adentro de esto: es que no, usted no es piroba, ese término tan feo no, usted es Genderqueer.

"Mientras a las personas Queer no nos nombres, no existimos. Seguiremos marginados, en los barrios más pobres, donde nadie nos ve, donde a nadie le importa si estamos vivos o muertos".
Me cuenta que los Trans siempre han sido un grupo de personas vulnerables, pues la violencia intra-familiar y social, ha generado que la habitabilidad de la calle sea casi que una obligación y ejerzan la prostitución. Es importante que la gente entienda que las personas Trans no es que quieran putear, es que les toca.

Incluso narra el caso de una chica que fue golpeada y le partieron un diente, no la atendieron en ningún hospital y después de seis meses tuvo una infección que avanzó hasta el punto de que murió.
Lina Fucsia habla de tantas cosas de la realidad, que la academia pasa por alto y vale la pena analizar y profundizar.